Pedro Torres, de FAGTOR: “Cuando mejor nos ha ido, siempre decidimos apostar por mejorar todavía más, invirtiendo en tecnología, en certificación y en capacitación”

La firma está ubicada en Bombal, hace casi cuarenta años. Producen partes para la maquinaria agrícola, que venden a empresas líderes a nivel nacional. Además, han logrado ingresar al mercado de Estados Unidos con una recolectora para equipos maiceros, gracias a la vinculación propiciada por el CECMA.

 

¿Qué cargo ocupa en la empresa?

Pedro Torres: Soy el titular de la firma. Tengo casi cuarenta años al frente de este emprendimiento. Como digo siempre, soy fundador y estoy seguro que no voy a ser su fundidor. Somos una empresa que pudo crecer pero que sigue siendo familiar. Tenemos 26 empleados. Y se han incorporado mis tres hijos, Hernán, Betiana y Sabrina, más un yerno. Ellos han sido en este último tiempo la sangre nueva que entró a FAGTOR, para apostar por el futuro.

 

¿Cómo nació Fagtor?

Torres: Con una posibilidad que se me dio en el año ’76, cuando yo estaba radicado en Bombal. Hablando con la gente de la zona, noté que hacía falta una tornería mecánica, porque tenían mucha maquinaria agrícola que necesitaba reparaciones. No era como ahora, que es muy difícil que se llene un eje o un engranaje, pero en ese tiempo sí pasaba. Y ahí me decidí a arrancar, junto a mi suegro, Juan Manuel Ortolani. Yo antes había trabajado en la firma Alcal SA. Con esa experiencia laboral que tenía, más el impulso de tener algo propio y progresar, porque ya tenía una familia y quería crecer, arranqué. Era un galpón muy chico entonces. Y de a poco, en el mismo lugar, fuimos anexando partes y ampliando. Hoy tenemos 3 mil metros cuadrados cubiertos bajo producción. En el medio, en este tiempo, pasó de todo. A veces, en broma, cuento a los más jóvenes que me han pasado tantas cosas que no sé si no fui uno de los que estuvo tirando aceite caliente en las Invasiones Inglesas.

 

¿Con todas esas cosas que han pasado, cómo logró Factor sobrevivir y crecer?

Torres: Pienso que si hemos perdurado tanto tiempo y tener buenas perspectivas en el presente, a pesar de las dificultades económicas que vive el sector y el país respecto a años anteriores, es por haber mantenido siempre ganas de progresar y tener un fuerte respeto por el cliente y productos muy confiables. En la última década, por ejemplo, que la fabricación de maquinaria agrícola experimentó tiempos de mucho crecimiento, nosotros lo que hicimos fue aprovechar la buena situación para invertir en tecnología, en capacitación, en certificación de normas ISO.

 

Y esto ha dado buenos resultados…

Torres: Sí. Está claro que nos permitió, por ejemplo, entrar al mercado de Estados Unidos, adonde no podríamos estar vendiendo si no tuviéramos ese nivel de calidad que hemos logrado.

 

¿Cómo hicieron para llegar a un mercado tan exigente como el americano?

Torres: Nosotros siempre fuimos inquietos. Cada vez que nos han ofrecido algo, como ir a una muestra o conocer a un posible comprador, accedimos. En este caso, recibimos una invitación para ir a Las Parejas del CECMA, del Clúster de la Maquinaria Agrícola. Allí había una misión invertida, con empresarios de todo el mundo que venían a ver maquinaria de la Argentina. En esa reunión surgió, hace unos seis años aproximadamente, la posibilidad de vender a Estados Unidos, mercado que hemos mantenido. Y ahora recientemente, por medio de una empresa a la que le vendemos nuestro producto, vino gente de Alemania a visitar nuestro taller. Y hay posibilidades de ingresar también a ese país con lo que producimos. Es importante saber que eso nos obliga a seguir certificando calidad, para poder estar en el mercado europeo. A veces ellos la pieza que van a comprar ni la miran, revisan los procesos de fabricación, las certificaciones, las carpetas.

 

¿La inversión en tecnología para la planta ha sido en el país o afuera?

Torres: Hemos apostado por el desarrollo de la industria nacional. Porque además si uno tiene algún problema con una máquina, es más fácil resolverlo estando aquí el fabricante. Hemos comprado bastante a una fábrica de tornos mecanizados que hay en Córdoba, algunas otras máquinas tuvimos que traerlas de Alemania.

 

¿Qué productos elabora y vende FAGTOR?

Torres: Somos una fábrica de componentes para la agroindustria. Elaboramos desde ejes y engranajes, hasta cajas, como las recolectoras para los equipos maiceros, que son las que llevamos a Estados Unidos. Hacemos venta directo a las terminales de maquinaria agrícola, que incorporan nuestras partes. Trabajamos con Vasalli, Agrometal, Llochis, entre otras.

 

¿Tiene participación gremial empresaria?

Torres: Sí. Además de mi actividad en la empresa, estoy en espacios sectoriales e integro en Firmat la Cámara Industrial. Es decir que trato de ver un poco más allá de la realidad de mi taller. En este último tiempo, noto que tenemos algunas dificultades en el sector de la maquinaria agrícola. Pero creo que la Argentina tiene mucha riqueza y mucha capacidad, que el mundo necesita lo que nosotros hacemos, por lo cual creo como país tenemos perspectivas.

 

SITIO WEB:

www.fagtor.com.ar