Pablo D’Agresti, de Calzados Grimoldi: “La clave de nuestro éxito es el desarrollo del producto, con calidad internacional, confort y tecnología”

La reconocida firma del calzado nacida en la Argentina en 1895, es hace tiempo una de las empresas líderes del mercado a nivel nacional. Tiene una de sus plantas industriales en Arroyo Seco, adonde genera empleo para más de 300 personas.

 

 

 

Pablo D’Agresti es Encargado de Compras de la firma Grimoldi, reconocida firma del calzado nacida en 1895, como creación de Tomás Grimoldi, que había llegado a la Argentina desde Lago Di Cuomo, en el norte de Italia. La empresa llegó a ser, a mediados del siglo XX, líder en Sudamérica en fabricación de zapatos. Luego, a fines de los años’80 estuvo cerca de cerrar. Hoy enfrenta un panorama distinto: posee modernas plantas en Pilar, provincia de Buenos Aires y en la localidad de Arroyo Seco, en el sur santafesino. Representa a marcas internacionales de primer nivel, que se  venden en más de 100 locales propios y 500 representaciones en todo el país. Entrevistado para el Newsletter de la Secretaría del Sistema Metalmecánico, uno de sus directivos hizo un balance del año que acaba de finalizar y dejó las siguientes reflexiones:

 

¿Cómo es el presente de la firma Grimoldi?

D’Agresti: De mucha fortaleza. Tenemos dos plantas industriales, una en Pilar y la otra en Arroyo Seco, ambas de última generación. La que tenemos acá en la provincia de Santa Fe fue inaugurada en septiembre 2008 con la presencia de la presidenta de la Nación y el entonces gobernador Binner. Demandó una inversión de 5 millones de dólares y ocupa a 320 personas, entre empleados directos e indirectos. Está ubicada en un predio de 2 hectáreas, con 6 mil metros cubiertos, 4.500 del área industrial y 1.500 del área de servicios.

 

¿Cuál es el destino de lo que producen?

D’Agresti: Fabricamos 3 mil pares por día, todos para el mercado interno. Puedo decirte que en calzado no deportivo, no hay otra firma con tanta capacidad en toda la Argentina. Para la comercialización tenemos 120 locales propios y 500 clientes dependientes, que venden nuestra producción en diversos rincones del país.

 

¿Qué balance hacen del año que acaba de finalizar?

D’Agresti: Hoy tenemos alguna incertidumbre, como todos. Pero en los últimos años logramos crecer mucho, por al menos dos variables: por un lado, pudimos aprovechar variables económicas que permitieron sustituir importaciones al sector del calzado, somos uno de los nichos productivos que más pudo crecer; pero además, por la definición de haber apostado a ser los fabricantes en el país de marcas internacionalmente reconocidas, como Merrell, Hush Puppies o Caterpillar, que no podríamos representar si no cumplimos standards de calidad por los que somos auditados todos los años.

 

Como empresario, ¿qué elementos considera que les permitieron mantener mercado?

D’Agresti: Creo que una de las claves para estar adonde estamos, ha sido nuestro desarrollo de producto, con calidad internacional, confort y tecnología. Además, nos hemos propuesto seguir innovando permanentemente.

 

¿Cuáles han sido en este sentido los últimos proyectos de Grimoldi?

D’Agresti: En nuestra planta de Arroyo Seco, algo importante que quisiera destacar, es que hemos cumplido con el gobierno provincial en algo que nos habíamos comprometido en materia de respeto por el medio ambiente. Pudimos incorporar tecnología para pasar del adhesivo solvente al adhesivo al agua. Este paso adelante en las líneas de producción nos llevó tiempo y una inversión cercana al millón de euros. Era uno de los objetivos que queríamos alcanzar desde que abrimos nuestra planta acá. También logramos instalar tres robots que hacen cortes, que permiten agilizar los tiempos de trabajo.

 

¿Para 2014 hay alguna otra apuesta fuerte?

D’Agresti: Sí. Este año el objetivo que tenemos es terminar el sistema 3D de Diseño, que permitiría acelerar los procesos de producción. Hasta ahora, tenemos modelistas que dibujan sobre papel, con cambios manuales, o lo que pida el Jefe de Producto. Esta nueva tecnología nos va a poner en la primera línea a nivel mundial, al pasar en el proceso creativo del lápiz al 3D.