La firma de El Trébol, que empezó haciendo pulidos y soldaduras hoy es uno de los principales proveedores de las cuencas tamberas de la región. Ocupa a 55 personas. Su titular es además uno de los fundadores de CAFyPEL, la cámara que nuclea a los fabricantes del sector.
¿Cómo es la historia de la empresa?
Héctor Solari: Fundé esta empresa en 1970, en El Trébol. Nacimos acá y hace más de 40 años que estamos tratando de innovar para crecer. En aquel momento empezamos con un socio, haciendo trabajos para terceros, en pulidos y soldaduras. Por entonces las fábricas vendían 150 máquinas mensuales, porque la lechería estaba en auge. Nos iniciamos en ordeñe y después empezamos con una línea de frío.
En la década del ’90, fui a una muestra industrial en Milán, Italia y de ahí traje ideas para incorporar nueva tecnología. Ellos trabajaban todo en frío y acá todavía no se hacía. Pensé que si allá enfriaban la leche, acá algún día iba a llegar ese paso adelante. Entonces empezamos a desarrollar un tanque, y cuando se empezó a instalar en la Argentina la necesidad de trabajar en frío, nosotros ya teníamos hecho el producto.
Hoy tenemos 55 empleados. Son menos de los que llegamos a tener, en algún momento fueron casi 100. Bajamos la cantidad en el último tiempo, uno de los factores fue la tecnificación de los procesos. El otro, la coyuntura económica mundial y la nuestra, porque se perdieron mercados internacionales, debido a los precios altos en dólares de lo que vendíamos nosotros y la crisis en países de Europa. Ahí aparecieron nuevos actores, como India, por ejemplo, a competir con nosotros.
¿Qué productos elaboran hoy y con destino a qué mercados?
HS: Nosotros empezamos como una fábrica de repuestos para ordeñadora. Después fuimos incorporando más productos, para pequeños productores y la cadena láctea. Más adelante incorporamos herramientas para la elaboración de pasturas, picado y embutido de precisión, siempre realizadas especialmente para pequeños productores. También desarrollamos un matadero frigorífico móvil. Vendemos todo lo que necesita el productor, ordeñadoras, equipos de enfriado, comederos, y distintos elementos que permiten mejorar la calidad de la producción láctea. Llegamos a distintos rincones de la Argentina y a 18 países.
¿Cuál es el balance del año que acaba de finalizar para el sector y su firma en particular?
HS: Mi respuesta está ligada a la anterior. Porque al hablar del balance del año no puedo obviar el dato de lo que pasa hoy con el mercado externo. Hace unos años, estuvimos cargando un contenedor cada 20 días, y en 2013 pudimos hacer un solo contenedor al año. Vendemos “por menudeo”, por el hecho que describía antes, de que en Argentina empezamos a encarecer los precios en dólares. La realidad es que la devaluación gradual de los últimos meses permite pensar en mejores perspectivas para el rubro nuestro. Estamos pensando en la posibilidad de volver a tener competitividad afuera.
¿Cuáles son las perspectivas o proyectos de la firma hacia 2014?
HS: Nosotros estamos siempre con mucho dinamismo. Para este año tenemos previsto avanzar con una planta de alcohol etílico y azúcar integrado, acá en El Trébol, con apoyo del gobierno provincial. Tenemos inclusive tres lotes en el parque industrial local, a los cuales nos querríamos mudar. Si podemos estar allí, eso favorecería los tiempos de trabajo de la empresa. Hoy estamos cerca del centro, desparramados en varios lugares. Empezamos con 64 metros cubiertos y ahora tenemos 2.500 metros cubiertos, que no son un solo predio, tenemos salida por tres calles.
¿Cómo considera la política de la provincia de Santa Fe para la industria?
HS: Veo con agrado que se pueda llegar a los funcionarios para realizar propuestas. Cuando tiene alguna inquietud, puede transmitirla. Y desde el municipio, por ejemplo, acá en El Trébol se pudo obtener algunos recursos que hacían falta para mejoras en el Parque Industrial, se terminó además la línea de media y baja tensión. Para 2014 estaría avanzando el cordón cuneta y reafirmado de calles de tierra en ese predio adonde funciona el Parque Industrial. Otra cosa que se pidió a la provincia fue un laboratorio para hacer pruebas de caudalímetro y pulsómetro en la DAT, en Rosario. Y hemos tenido buena recepción, ya que fueron comprados los elementos que faltaban para avanzar.
Usted es además el presidente de CAFyPEL, la Cámara Argentina de Fabricantes y Proveedores de Equipamientos, Insumos y Servicios para la Cadena Láctea, fundada en 2012. ¿Cúal es el rol de esa organización?
HS: Fundamos CAFYPEL con un grupo de industriales que tenemos en común la idea de aunar esfuerzos y realizar gestiones a nivel provincial y nacional, que beneficen a la actividad. Somos todos empresarios pyme y estar organizados nos ayuda a conseguir los objetivos que nos planteamos para mejorar la situación del sector.