Mary Borghi: “La maquinaria agrícola argentina tiene un fortísimo reconocimiento a nivel internacional”

Es la gerente de la Fundación Cideter, creada en Las Parejas para promover una mejora de la productividad en las fábricas agroindustriales de la Región Centro. En acción con industriales, universidades, INTA, INTI, y gobiernos de provincia, nación y municipio, han colaborado para el notable crecimiento del sector.

¿Por qué se crea CIDETER?

Mary Borghi: Lo que debe saberse, en primer lugar, es que hay  un nucleamiento de empresas PyMEs que fabrican máquinas agrícolas y agropartes que están concentradas en en la Región Centro, que empleando a unas 60.000 personas en forma directa e indirecta. Y que de ese total, el 47 por ciento están en Santa Fe. Es decir, hay una historia muy rica y un potencial enorme, en esta zona.

 

¿Y en qué momento nace?

Borghi: CIDETER nace como una iniciativa del Estado, de la provincia de Santa Fe. Cuando en 1984 se crea la DAT, se crea con cuatro nodos, que eran Venado Tuerto, Reconquista, Rafaela y Las Parejas. Yo en ese momento era la representante de DAT en la agencia de Las Parejas. La provincia ponía, por ejemplo, equipamiento para hacer análisis químicos, de durezas, u otros. Y los empresarios locales pusieron el lugar, que era un edificio que se usaba habitualmente para instituciones locales que no tuvieran sede propia. Así habían pasado la escuela de comercio y la escuela técnica por ese mismo salón, y allí se ubicó la DAT. En ese momento, también intervinieron la municipalidad y la población de Las Parejas, era un cuarto de manzana muy bien ubicado. Ahora ahí funciona el CECLA y un NAC. Hasta mediados de los ’90, el gobierno provincial mandaba viáticos y mantenimiento. Ya ONUDI había finalizado sus programas de financiamiento al organismo. Entonces en aquel momento, con Juan Carlos Valdano y con Juan José Bertero, que estaba en la DAT de Rafaela, lo que hicimos fue ir a los centros industriales de cada región en la que estábamos, a ofrecer la continuidad de los centros de servicios, con aportes privados. La provincia pagaba los sueldos y el teléfono, pero los empresarios fabriles fueron los que aportaron para el sostenimiento más grueso. En Rafaela se consiguió más rápido, porque vino un FOMIN por un millón de dólares. Nosotros demoramos un poco más, hasta que conseguimos un proyecto internacional de una fundación española, que nos permitió crear acá una fundación. Así nació el CIDETER.

 

¿Y cuál es su función?

Borghi: Nuestra misión es reconvertir a las empresas de la maquinaria agrícola y componentes. Para eso realizamos capacitaciones, tenemos programas de subsidios para innovación, para mejora de competitividad, cambio de materiales. En este sentido, tenemos numerosos proyectos y misiones comerciales exitosas que hemos desarrollado a través del CECMA, que es el Clúster Empresarial Cideter de la Maquinaria Agrícola, integrado por fabricantes de Máquinas Agrícolas, Agropartes y Fundiciones de la Región Centro Argentina y la participación directa del sector empresarial, el sector tecnológico, del conocimiento y el sector gubernamental.

 

En el actual contexto, de retraimiento de la actividad en el sector de la maquinaria agrícola, ¿cómo les está yendo?

Borghi: En los momentos en que las empresas tienen mucha producción y están desbordados para cumplir a tiempo con las entregas, la verdad es que hay menor preocupación por innovar. En cambio, cuando la situación macroeconómica no está tan clara, es cuando más trabajamos. Porque las empresas tienen menos demanda y piensan más en innovaciones, en desarrollo. Nosotros trabajamos con programas que están subsidiados al 50 y el 100 por ciento, por ende desarrollar un proyecto con nosotros a las empresas no les cuesta.  Acá todos pensamos que de acá a unos meses, la situación para el sector de la maquinaria agrícola tiene que mejorar.

 

Hoy ya no funcionan en aquel salón provisorio, sino que tienen un edificio propio…

Borghi: Sí. En 2004, empezamos a tramitar un crédito que nos permitió siete años después, en 2011, mudarnos a nuestro edificio propio. Ahora la provincia nos está ayudando a terminar de pagarlo. Por el trabajo que hacemos, siempre tuvimos acuerdos de cooperación entre la provincia y CIDETER. Nosotros nos autofinanciamos para el funcionamiento cotidiano, y contamos con aportes de Nación, provincia y municipio para el desarrollo de iniciativas. La provincia, por ejemplo, a través de Comercio Exterior, nos ayuda mucho. Y en el caso de Córdoba, a través de ProCórdoba, también recibimos apoyo. Cabe recordar que acá atendemos a todos. También tenemos empresas de Marcos Juárez, Monte Buey, de la provincia de Córdoba.

 

¿Cómo se relacionan con institutos y organismos que producen conocimiento vinculado al sector?

Borghi: También debemos destacar que la idea siempre fue nutrirse del conocimiento que se elabora en organismos e instituciones específicas. Por ello, tenemos mucha relación con las universidades, el INTA, el INTI. Somos un área de vinculación tecnológica. Llevamos las pymes de la región el conocimiento que hay para el sector.

 

¿Cómo fue la experiencia del agroshowroom?

Borghi: Fue una idea muy exitosa, que durante unos seis años nos sirvió mucho como metodología para mejorar exportaciones. Pasamos en la región de un 5 por ciento de la producción exportada, a un 30 por ciento. Ahora ya hay lo que vemos es que se hacen muchas rondas de negocios, en Agroactiva o en otros lugares. Entonces decidimos apuntar a muestras especializadas. En Mar del Plata, el próximo que tenemos, por ejemplo, es uno sobre silo bolsa.

 

A partir de esta iniciativa, con Sudáfrica han logrado una relación muy intensa…

Borghi: Sí. Ya van tres años que estamos realizando agroshowroom directamente en ese país. Allá estamos haciendo campos experimentales, con aportes de la provincia, del MINAGRI, el INTA. Este año fueron unas 25 empresas a NMNPO. Y en Johannesburgo, organizamos una jornada a campo con 300 productores sudafricanos. Nuestros industriales pudieron mostrar las máquinas en estática, dimos la charla sobre siembra directa y luego la muestra en dinámica. Nos fue muy bien, se vendieron un millón y medio de dólares. En septiembre hacemos otra.

 

¿Por qué cree que a nivel mundial tiene tan buena presencia la maquinaria agrícola argentina?

Borghi: Internacionalmente confían en la maquinaria agrícola que se fabrica en Argentina y sobre todo en nuestra región, por la tecnología de punta que aplicamos, por la forma en la que acá se aprendió con la técnica de la siembra directa, por el trabajo muy valioso que hace el INTA. Yo siempre destaco el aporte también del INTA MANFREDI, con el ingeniero Bragachini. Esto es justamente un Clúster.