La firma de Rafaela produce insumos para la el sector lácteo y otros rubros industriales, en la Argentina y varios países. La empresa, que tiene más de cincuenta años, apuesta desde siempre por la innovación tecnológica. Desde 1992, son los únicos en Latinoamérica en elaborar válvulas de elevación higiénicas.
¿Cuál es su cargo en la empresa y cómo es la historia de la empresa?
Frautschi: Soy el presidente. Esta es una empresa que nació hace más de cincuenta años, fue fundada por mi padre y por mi tío en 1960. Juan Carlos y Oscar Frautschi, empezaron en aquel tiempo a producir accesorios de bronce niquelado para la industria láctea. Por entonces, la firma funcionaba en el centro la ciudad, en Rafaela. Luego iniciaron el desarrollo de una línea de productos en acero inoxidable, ampliando la oferta a distintos tipos de industrias como la alimenticia, de bebidas, química y farmacéutica. Ya en el final de la década del ’70, empezaron a fabricar válvulas mariposas, de retención y a pistón.
¿Usted es entonces la segunda generación a cargo de la firma?
Frautschi: Sí. Hace unos diez años, aproximadamente, hicimos una reingeniería de la fábrica. Yo soy hijo de Juan Carlos, uno de los fundadores; y mi prima Ana, hija del otro fundador que era Oscar, adecuamos las funciones a una nueva etapa, preparando de alguna manera lo que fue un traspaso generacional.
¿Qué se mantuvo y qué cambió con esta nueva etapa?
Frautschi: Bueno, se mantuvo una impronta familiar y decididamente se trabaja en base a todos los años de la experiencia. Pero al profesionalizar la gestión empresarial, pudimos tomar también decisiones de carácter estratégico, que permitieron mantener -dentro de los vaivenes económicos que suele tener el país- cierta previsibilidad.
¿Qué productos elaboran?
Frautschi: Fabricamos válvulas y accesorios. El fuerte nuestro son los insumos para la industria láctea, que es el cerca del 60 por ciento de lo que hacemos. En válvulas de elevación higiénicas somos los únicos en Latinoamérica en fabricarlas.
¿Cómo consiguieron ser los únicos en ese rubro?
Frautschi: En 1992 viajamos a una feria en Europa y vimos un desarrollo en válvulas, que nos pareció que no podíamos quedarnos sentados esperando a que esa tecnología llegue sola a la Argentina. Así fue que en ese momento hicimos un convenio con la firma Nocado Armaturenfabrik, de Alemania. Ellos transfirieron tecnología e ingeniería aplicada a procesos manuales, semiautomáticos y automatizados, incluidas las centrales de CIP. Pero para implementarlo acá, al desarrollo lo hicimos nosotros.
¿Con qué estándares trabajan?
Frautschi: Desde 2006, tenemos certificación de gestión de calidad de la norma ISO9001:2000 para diseño, fabricación y comercialización de válvulas y accesorios. Esa certificación nos fue otorgada por Det Norske Veritas. Y hace poco, en 2012, hicimos una recertificación bajo la nueva versión, ISO9001:2008. Tenemos una preocupación permanente por la aplicación de mejoras.
¿Adónde funciona la fábrica?
Frautschi: En el parque industrial de Rafaela, adonde estamos desde 1996. Ahí tenemos concentradas las actividades de las áreas Comercial, Logística y Abastecimiento, Ingeniería y Administración.
¿Cuál es el mercado de Fraustschi?
Frautschi: En la Argentina, pero también a firmas industriales de Uruguay, Paraguay y México. En el mercado exterior, la verdad es que en el último tiempo tuvimos que hacer un esfuerzo muy grande, en algunos casos trabajando a pérdida para no perder clientes. Ahora, en el inicio del año, la modificación cambiaria corrigió en parte esta situación. En el mercado uruguayo, por ejemplo, notamos un potencial muy interesante. La industria láctea de ese país está realizando muchas inversiones.
¿Qué cantidad de empleados tienen?
Frautschi: Somos en total 59 personas, entre personal de planta y administrativo.
¿Cuáles son los próximos planes para la empresa?
Frautschi: Tenemos pensado en lo que resta del año ver si podemos acceder a algunos de los créditos destinados a la industria, para tecnificar procesos y mejorar la productividad. Con respecto a nuevos mercados, tenemos el desafío de reactivar las ventas en Chile.
¿Participan de alguna cámara gremial empresaria?
Frautschi: Sí. Pertenecemos a la Cámara de Metalúrgicos de Rafaela, y a su vez en ADIMRA. También estamos en la CIPIBIC, la Cámara de Bienes de Capital. Quiero destacar a estas dos últimas, que hicieron un muy buen trabajo para generar en este tiempo, en el que funcionan varias regulaciones para la importación, a generar una mecánica que permitió agilizar los trámites. Nuestro sector utiliza muchos insumos que se fabrican afuera.
Una reflexión final hacia sus colegas…
Frautschi: Estaría bien como país que podamos ponernos de acuerdo y que tengamos de aquí en más un crecimiento sostenido en el tiempo. Nosotros somos una empresa de manufacturas, y las pérdidas que se producen cuando hay algún bajón económico, son importantes.