Orlando Castellani, presidente de la empresa Ombú, tiene 77 años y una larga relación con la actividad industrial. Es de Las Parejas, adonde se inició con la fabricación de maquinaria agrícola junto a sus dos hermanos en Apache. En 1990, decidió fundar su propia firma, en la misma ciudad. En los comienzos, dedicados a la maquinaria agrícola y luego desde 1996 ampliándose a la elaboración de carrocerías. Hoy, mantiene su permanencia en la planta, a la vez que prepara la continuidad familiar en la empresa: su hijo varón, Leandro, es ingeniero industrial y trabaja en Ombú. Mientras que su hija mujer, Luján, está vinculada a la actividad agropecuaria, algo que nunca abandonó la familia Castellani. Lo que sigue es un breve repaso por su recorrido personal y la actualidad de la empresa que preside.
¿Cómo es la historia de la empresa?
Castellani: Yo de chico trabajé como carnicero junto a mi padre, y en el campo. De alguna manera, ahí fui aprendiendo secretos de mantener un comercio y las necesidades del hombre de campo. Algo de todo eso lo empezamos a aplicar junto a mis hermanos, cuando nos iniciamos en la industria con Apache. Hasta que en 1990 dejo la dirección esa firma y empiezo a fabricar las máquinas agrícolas Ombú, a la que en 1996 también le sumamos la línea de remolques.
Cuando empezamos con Ombú, éramos en total 12 personas por entonces, nada más. Y en un contexto muy complicado. En la década del ’90 era difícil producir, por el vaciamiento industrial de esos años. Para sobrevivir tuvimos que hacer mucha justeza en el gasto, poner mucha garra y armar equipo de trabajo chico. El primer salto lo pudimos dar cuando lanzamos la tolva autodescargable, que no había muchos que la hicieran y tuvo muy buena aceptación. En 1996 decidimos incorporar los remolques. Eso nos permitió expandirnos también y de alguna manera, no depender de una sola actividad productiva. Lo mismo pasa hoy. Puede ser que le vaya bien al productor y no tan bien al sector del transporte, o al revés, y así nosotros podemos de alguna manera compensar nuestros negocios.
¿En la actualidad cuántos empleados tienen? ¿Cómo se da la relación de Ombú con la región?
Castellani: Hoy tenemos 395 empleados. Hemos crecido mucho. Y trabajamos comprándole partes a unos veinte talleres de la zona. Nosotros estamos afincados en la zona de Las Parejas, y se puede decir que no somos como las transnacionales, que andan por el mundo adonde instalarte para buscar rentabilidad y se van apenas ven que no dan los números. Nosotros tenemos un fuerte arraigo acá. Esa creo que es una característica de relación con la región que es distintiva de Ombú y en general de las pymes. A veces pienso, en este sentido, que muchos gobiernos de distinto signo político, dicen que la prioridad es trabajar por las pymes, pero a la hora de legislar, casi siempre se le terminan dando ventajas a las más grandes. Por eso siempre digo que debemos defender a la pequeña y mediana empresa, firmas familiares en las que ponemos toda la pasión que tenemos. Por algo, hemos logrado pasar todos los vaivenes que tuvo este país.
Actualmente, ¿qué productos elaboran y con destino a qué mercados?
Castellani: Máquinas agrículas y remolques. Hoy nuestro mercado principal es el mercado interno. En otros tiempos no teníamos ventas al exterior, era lo tradicional para nuestro sector en vender solamente en la Argentina. Pero desde 2002, la verdad, eso ha cambiado. Hoy tenemos un veinte por ciento de las ventas al exterior, son unos 20 países. Se vendió bastante en Venezuela, Uruguay, Chile, Bolivia, Paraguay, también en Sudáfrica, Australia, Kasazjstan, Rusia.
¿Cómo han logrado en la empresa esa presencia en los mercados del exterior?
Castellani: Tenemos un departamento de comercio exterior que se encarga especialmente de ese tema. Hacemos siempre una inversión para que esto pueda dar resultados. Mandamos gente a exposiciones internacionales. A veces hacemos joint venture con firmas de afuera, por ejemplo en Australia, mandamos una parte de la maquinaria desde acá y en otro país ensamblan. La maquinaria agrícola y los remolques lo que vemos es que tiene aceptación, buena calidad y tenemos también ayuda de organismos como el INTI, el INTA o instituciones provinciales.
El país comenzó el año con una importante devaluación, pero en 2013 hubo planteos de diversos sectores industriales sobre la pérdida de competitividad que se sentía por las variables económicas. ¿En Ombú cuál fue la situación?
Castellani: Hubo cierta pérdida de competitividad, pero con mucho esfuerzo logramos no perder mercados. Los recientes cambios en la paridad cambiaria, parecerían ser una oportunidad, pero también deben revisarse que no haya ningún abuso de los formadores de precios de la materia prima con que trabajamos en la industria. En maquinaria agrícola, si mejora la rentabilidad del productor, a nosotros nos significa posibilidad de vender más. En el rubro del transporte, puede haber complicaciones por la suba de costos. Aunque en este sentido, nosotros lo que tenemos es cierta elasticidad en la producción. Si uno de los rubros anda mejor, podemos trabajar más con un rubro que con el otro.