Carlos Castellani es el titular de la firma Apache, de Las Parejas. Miembro de una familia vinculada a la fabricación de máquinas agrícolas, y una larga vocación en las entidades gremiales del sector industrial, accedió a esta entrevista, realizada en el stand que su empresa montó en la muestra Expoagro.
¿Cúal es su cargo y cómo es la historia de la empresa Apache?
Castellani: Soy titular de la firma Apache, que nace en 1957 en Las Parejas. La idea en un principio fue hacer bombeadores, pero después se decidió hacer productos para el campo, porque había en la región muchos productores agropecuarios que necesitaban arados, sembradoras, rastras. Yo tengo toda una historia en la empresa. Quien primero estuvo fue mi hermano mayor, Abel. Nosotros somos tres hermanos. Él empezó a ocupar un cargo, en el ’57. En aquel entonces había varios accionistas. Después entramos mi hermano Orlando y yo. Antes, entre los tres, habíamos tenido una empresa metalúrgica, que decidimos vender para comprar las acciones de Apache. Luego, cuando mis dos hermanos quisieron vender su parte, la compré yo.
Están ubicados en Las Parejas, una zona muy pujante…
Castellani: Sí, claro. Y en la provincia de Santa Fe, que tiene toda una historia en el rubro y mucha producción agropecuaria. Cuando empezó Apache existía una fábrica que se llamaba Funca, que fue una firma de la que aprendimos todos. Y en esa época nacieron muchas de las empresas que existen hoy. Sobre todo en zonas como Las Parejas, Armstrong, Las Rosas. Había empleados después que iban saliendo de firmas que ya existían, y se ponían su propio tallercito. Fuimos siempre muy dinámicos en la zona. De hecho, en la década del ’80 se hizo un estudio que determinó que Las Parejas era una de las ciudades con más industrias a nivel internacional, si se la medía en relación a la cantidad de fábricas por habitante. Y en ese marco, pudimos ganarnos un lugar importante. A nivel nacional, vale la pena recordar que son más de 800 empresas las que fabrican maquinaria agrícola, y la provincia de Santa Fe es la que más fábricas tiene.
¿Cómo lograron en ese marco que Apache sea reconocida y que permanezca en el tiempo?
Castellani: Buenos, hemos permanecido y generado confianza con los clientes. Somos una marca de 59 años, que a través del tiempo pudimos sostener e ir incorporando productos muy bien considerados por el productor agropecuario que nos compra. Yo pongo un ejemplo: Ahora tenemos sembradoras de 10 mil kilos, para siembra directa, que pesan diez veces más que las que hacíamos en el comienzo. Pero lo que se mantiene firme es la confiabilidad. Hay gente que viene y me dice “Castellani, tengo una Apache hace tiempo y no hay con qué darle, eh, no se me rompe nunca!!”. Esa confianza es la que nos permite seguir estando, más allá de las coyunturas.
¿Cuántos empleados tienen y a qué mercados venden?
Castellani: Hoy tenemos 250 empleados. Y puedo decir como repaso que en las épocas buenas yo fui poniendo más personal, haciendo más productos. No sé si fueron o no decisiones inteligentes, en todo caso han tenido que ver siempre con una idea de querer mucho esto que hacemos. En cuanto a los mercados nuestros, vendemos en todas las regiones argentinas que tienen producción agropecuaria. Y también estamos en Bolivia, Venezuela, Uruguay y también en países de África. En el último tiempo obtuvimos un premio en Sudáfrica por nuestros productos. En este negocio siempre hay vaivenes. La idea mía es tener cada vez más productos, y que la gente nuestra tenga siempre trabajo. Esa es la lucha que tenemos.
¿Qué productos fabrican hoy?
Castellani: Tenemos la fábrica de maquinaria agrícola y la fundición. Producimos máquinas de distinto tamaño. Tenemos, entre otras cosas, un dosificador que nos caracteriza, de plano inclinado, que nos hace ser muy buenos en siembra, sobre todo de maíz. Tenemos el descompactador, acoplados, mixers, una oferta variada. Funcionamos en un predio de 5 hectáreas, con 20 mil metros cubiertos. La fundición está a tres cuadras. Y además, otro galpón industrial en Las Rosas. Tenemos ahora el proyecto de ampliar la planta para poder hacer tractores. Hace poco, en la misión que encabezó el gobernador Bonfatti a la India, estuvo en contacto con empresarios de allá que están relacionados con nosotros en esa iniciativa. Esperamos que pueda concretarse.
Además de su actividad empresaria, usted ha tenido participación gremial y política…
Castellani: Sí, han sido mis pasiones siempre, la industria, lo gremial, lo político y mi familia. Siempre tuve vocación de participar en distintos lados. Fui presidente de FISFE por seis años, también fui tesorero de la UIA. En 1991 fue Subsecretario de Industria de la Nación. Y ahora soy el presidente de la Cámara de Fabricantes de Maquinaria Agrícola. También me dediqué a la política partidaria. En cuanto a mi pensamiento, contrariamente a muchos que son proteccionistas, yo siempre fui liberal. Y llegué a ser diputado nacional por la UCeDé y también legislador provincial. Eso fue entre 1999 y 2007. Pero desde aquel momento, la empresa me volvió a absorber más tiempo. Sigo teniendo hoy participación gremial, soy el presidente de CAFMA, la Cámara de Fabricantes de Maquinaria Agrícola de la Argentina.
¿Participan de eventos y ferias?
Castellani: Siempre. Porque nos permiten estar en contacto con otras empresas y con los productores. Nosotros recibimos muchos consejos de nuestros clientes, de los agricultores. Que nos dicen qué anda bien o mal de nuestra maquinaria. Y hemos estado en eventos como el Farm Progress Show, en Estados Unidos. Siempre nos vamos satisfechos, porque se ven con muy buenos ojos nuestros productos.
Algún mensaje final que quiera dejar a sus colegas…
Castellani: Que siempre hay preocupaciones, que ser industrial no es nada fácil. Pero yo considero que a todos nos gusta este sector fierrero, que sabemos que estamos generando trabajo. Y tenemos que pensar que el campo argentino siempre ha tenido mucho empuje. Nuestro país es productor de alimentos, que el mundo va a necesitar cada vez más. Por eso nosotros que fabricamos máquinas para ayudar a que produzca el campo, tenemos que tener un buen futuro.